sábado, 18 de noviembre de 2017

Hacer viable lo inviable I.

En el planeta existen zonas aparentemente poco beneficiadas, no poseen minerales, combustibles fósiles, ni su suelo presenta las características adecuadas para ser cultivado. La falta de energía no posibilita la radicación de industrias y la generación de puestos de trabajo. Suelen ser consideradas como zonas inviables por los economistas y abandonadas a su suerte. La  gente joven emigra en busca de un porvenir mejor y los pueblos existentes languidecen. El cuadro descripto se repite en toda la superficie del planeta. La visión proveniente de la economía de las nuevas tecnologías, NBIC (Nano, Bio, Info y Cognotecnología), inicialmente denominada Bioeconomía y en la actualidad Nanobioeconomía, es que lo inviable lo puede hacer viable. En la siguiente figura se trata de resumir una serie de soluciones posibles, sustentables, que abarcan desde el aprovechamiento de los residuos y la generación abundante de energía, hasta la producción de nanomateriales de avanzada. 
La producción abundante de energía se basa en la instalación de paneles solares, en la generación de biogás a partir de residuos, centrales termoeléctricas alimentadas por biomasa obtenida a partir de cultivos, microorganismos y microalgas modificadas genéticamente, de los cuales también se puede obtener bioetanol,  biopetróleo y biodiesel. El dióxido de carbono proveniente de las centrales termoeléctricas y de la generación de biogás se lo puede utilizar para obtener grafeno y para alimentar cultivos de microalgas capaces de producir desde medicamentos  hasta ácidos grasos omega 3. Luego de la extracción de los principios activos, el resto de la microalga puede utilizarse para, por pirólisis, obtener nanotubos de carbono, nanomaterial de alto valor agregado. 
La autosuficiencia energética permite instalar biorreactores para producir carne  “in vitro” y abre las puertas para múltiples emprendimientos, la instalación de pymes y comercios relacionados, no sólo con la producción, también vinculados con el crecimiento económico general del lugar. La economía de las  nuevas tecnologías tiende a horizontalizar la producción de energía (y de alimentos) de modo de evitar la concentración de los recursos económicos en unos pocos. La economía de las  nuevas tecnologías puede hacer viable lo inviable.

Lectura complementaria:
Bioeconomía para todos

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